Hace 10.000 años un joven mamut que logró escapar de las garras de un gran depredador cayó en manos de antiguos pobladores de la actual región de Siberia.
Hoy, sus restos son de los mejor preservados de su tipo, gracias a las bajas temperaturas que se registran en la zona del hallazgo.
Un equipo de científicos estudia a Yuka, nombre con el que se refieren al mamut, y que se estima tenía entre dos y tres años de edad al momento de ser cazado.
Sería además la primer evidencia en delatar el contacto de humanos con animales en la región, al menos en un caso que se estima ocurrió hace tanto tiempo. La expedición fue financiada por Discovery Channel y la BBC.
"Esta es la primera cubierta de un mamut relativamente completa, un cuerpo blando con algunos tejidos, que muestra que hubo contacto con humanos", dijo a Discovery News, Daniel Fisher, curador del Museo de paleontología de la Universidad de Michigan.
"Los órganos internos, así como la columna, los músculos y el muslo de las patas traseras fueron removidos, pero dejaron lo demás intacto", dijo Fisher.
Kevin Campbell, de la Universidad de Manitoba, es uno de los científicos involucrados en la investigación y espera que su hallazgo pueda dar luz a uno de los experimentos más controversiales de la bioingeniería: la clonación de un mamut.
El hallazgo de Yuka será transmitido en el programa Woolly Mammoth que fue producido y dirigido por Tim Walker, quien adelantó que tendrán que pasar años o incluso décadas antes de poder ver un clon de esta especie extinta.
"Pero si esto llegara a ocurrir, ¿un mamut no se sentiría solo y triste?", preguntó Walker. "A final de cuentas, ellos eran animales que vivían en comunidad"